Por lo visto, el prestigio de Cristóbal Colon como eminente visionario tiene mucho de cierto. Según el texto que compartimos aquí, casi apenas desembarcado en las actuales Bahamas. no dudó en que las islas en cuestión, y con toda su población incluida, eran ya pertenecientes a la corona española y tan legítimamente propiedad de los reyes de España como lo era Castilla misma.

Pero su impresionante talento para proyectarse hacia él va aún mucho más allá en sus planes para las islas y la gente; ya que merced a su lógica supremacista occidental, (la cual seguramente compartiría hoy con no pocos actores de nuestra sociedad) los naturales de Guananahí, Cubanacán y Haité eran poco menos que unos salvajes; los cuales, debido a no poseer armas ni haber mostrado intención alguna de agredir a los españoles visitantes (no podían si quiera imagina las intenciones que traían) eran digno de ser visto como unos cobardes, y se hacían automáticamente pasibles de ser esclavizados y “puestos a trabajar”, claro, no sin antes haber sido ‘limpiados’ de sus propias costumbres para que libres y felices abrazaran las cristianas.

Aquí los dejamos con el texto tomado de “Historia de las Indias – Volumen I” de Fray Bartolomé de las Casas interesante personaje que tocaremos en profundidad en otra ocasión. Acompañante de Colón y posterior detractor del genocidio en las “indias”… Sus opiniones son bienvenidas:

"Crean Vuestras Altezas que estas tierras son en tanta cantidad buenas y fértiles, y en especial esta isla La Española, que no hay persona que lo sepa decir, y nadie lo puede creer si no lo viese. 

"...Y crean que esta isla y todas las otras son, así, suyas como Castilla;que aquí no falta salvo asiento y mandarles hacer lo que quisieren. Porque yo con esta gente que traigo, que no son muchos, correría todas estas islas sin afrenta. Porque ya he visto sólo tres destos marineros descender en tierra, y haber multitud destos indios, y todos pudieran sin que les quisiesen hacer mal. 

Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio de las armas, y muy cobardes, que mil no guardarán a tres; y así son buenos para les mandar y les hacer trabajar, sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres."

Cristóbal Colón

Fuente: Bartolomé de las Casas, "Historia de Las Indias" Volumen I