Alrededor del año 1465, aproximadamente un cuarto de siglo antes de que Cristóbal Colon llegara al Caribe, El Hatun Auqui, príncipe heredero al trono de los Incas, Tupac Yupanqui, reunió una gran flota de embarcaciones, y partió al descubrimiento de las míticas islas conocidas por los Quechuas como Ninachumbe y Auachumbi, islas que, según las investigaciones en nuestros días, parecen corresponder a las actuales Rapa-nui, o Pascua, y Mangareva en la distante Oceanía.

En efecto, partiendo de las crónicas de Pedro Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa; varios investigadores y estudiosos de la cultura andina como Max Uhle, Jean Hervé Daude en su libro Île de Pâques – L’empreinte des Incas y el recientemente fallecido investigador y experto en náutica José Antonio del Busto han formulado diversas hipótesis sobre como se habría producido dicho viaje, llegando a conclusiones similares.

Me llamó la atención constatar en los documentos que los incas disponían de tecnología suficiente para la navegación oceánica, asimilada de los pueblos costeros conquistados por el propio Tupac Yupanqui; pueblos que por otra parte disponían de gran experiencia como tripulantes en largos viajes por el litoral de los actuales Perú, Ecuador, y Colombia; trafico marítimo del que se tiene plena certeza porque se mantuvo hasta entrada la época colonial y existen testimonios documentados de ello.

Para estos viajes usaban grandes embarcaciones, las Huampus, de tecnología netamente autóctona, que incluían entre otras particularidades un aditamento original desconocido en Europa y que concitó la atención de los Españoles tras la conquista, las Guaras; aparejo que, a falta de timón servia para guiar la embarcación y que merecerá nuestra completa atención en otro post.

Dibujo de una embarcación inca. Compartimentos: 1) Palos de balsa. 2) Amarre con sogas de bejuco. 3) Popa para carga y comando de remeros. 4). Sitio de los remeros. 5) Vela de tela de algodón. 6) Velamen en forma de T. 7) Cordel para orientar la vela. 8) Camarote y bodega. 9) Lugar de la capitanía o timonel mayor. 10) Timón principal.

Versión pequeña de una Huampu a la mar - Expedición Kon Tiki

Tras zarpar de la costa de Manta, y después de aproximadamente cuatro meses de viaje, la Flota de Tupac habría llegado siguiendo los vientos y las corrientes transpacíficas, primeramente al archipiélago de las Marquesas, mas exactamente a la isla de Haku Iva, donde, si bien no se ha co probado fehacientemente la presencia del Inca, se conservan hasta hoy las ruinas de Aotupa, donde según la leyenda el mítico rey Tupa (acaso Tupac Yupanqui) habría intentado construir una torre de piedra en tan solo una noche sin lograrlo. Posteriormente la expedición habría tocado las costas de Mangareva, donde las leyendas locales recuerdan también a un tal rey Tupa, que era de “un hombre color rojo” (probablemente refiriéndose al color cobrizo del andino príncipe inca y su gente; y que llegó a la isla con una flota de balsas distintas a las comunes en polinesia, poseedoras de cabina, como las Huampus. Este misterioso rey Tupa habría entrado en el atolón que rodea Mangareva por un estrecho, que para conmemorarlo se llama hoy Te-Ava-Nui-o-Tupa, o Gran Canal de Tupa; trayendo consigo la cerámica, la textileria y la metalistería. Estuvo en la isla un tiempo breve, acaso lo suficiente para remendar sus balsas y partió de regreso a su país de origen, conocido por los lugareños como Takere-Note-Henua o “País donde nace el sol” que era gobernado por reyes poderosos. Otro detalle curioso; en Oceanía abundan las balsas tipo piragua, pero solo en Mangareva las balsas son de vela, como las Huampus, hasta nuestros días.

Ya de regreso al Tahuantinsuyo la expedición habría desembarcado en la Isla de Pascua, donde parece habernos dejado un testimonio más que inquietante. Allá en Pascua se levanta hasta el día de hoy este monumento llamado Vinapú, voz que no tiene traducción ni etimología en las lenguas nativas de rapa-nui ni en las polinesias y que sin embargo en quechua significa “licor que embriaga fuertemente”, y que al verlo evoca inmediatamente la arquitectura inca del periodo imperial. Juzguen por ustedes mismos…

Ahu Viñapu, ¿arquitectura inca en plena isla de pascua?

Acercamiento a los muros de Vinapu

Al volver triunfal al Cuzco el joven Hatun Auqui llevaba consigo objetos traídos de su larga travesía, una silla de latón, cuyo origen es un misterio y que también comentaremos mas adelante, esqueletos de animales extraños, y lo mas llamativo, algunas gentes de piel negra, ¿melanesios traídos desde Mangareva?.

Para cerrar me olvidaba de otro dato interesante: En la isla de Pascua no se recuerda el nombre de Tupac, o Tupa, no se tiene registro de el, pero se recuerda a un príncipe venido de lejanas tierras, al que se conoce con el nombre de Mahuna-te Ra´á, que traducido quiere decir “Hijo del Sol”.

Historia Indica – Pedro Sarmiento de Gamboa

Tupac Yupanqui, Descubridor de Oceanía – José Antonio del Busto