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Las Momias de los Incas - ¿Escondidas en el Centro de Lima?

Publicado: 2010-12-29

A diferencia de otros pueblos, para los Incas, las momias de los soberanos eran criaturas vivas. Seres divinos que poseían grandes haciendas y castas de sacerdotes a su servicio. Tras la muerte continuaban siendo los lideres de su familia o panáca e incluso con la ayuda de sus sacerdotes pronosticaban el futuro y daban consejo a los vivos sobre los asuntos de actualidad. Muchas de las procesiones actuales y fiestas locales dedicadas a los santos católicos. Despues la llegada de los españoles las momias de los soberanos Incas o Mallquis fueron perseguidas y finalmente confiscadas por la extirpación de idolatrías.En 1559 el Licenciado Polo de Ondegardo confiscó en la ciudad del Cuzco las que, se cree, podrían ser las momias de los Incas Huiracocha, Huayna Capac y Pachacútec. Sobre la momia de Pachacútec el propio Polo de Ondegardo escribe lo siguiente: “Cuando descubrí el cuerpo de Pachacuti Inga que fue uno de los que yo envié al Marques de la Ciudad de los Reyes que estaba embalsamado e también curado como todos vieron, y halle con El al ídolo principal de la provincia de Andavailas porque la conquistó este y lo metió debajo del dominio de los Ingas cuando venció a Barcuvilca, señor della y le mató” El cronista Acosta añade: “Estaba el cuerpo entero y bien aderezado con cierto betún que parecía vivo. Los ojos tenía hechos de una telilla de oro, tan bien puestos que no le hacían falta los naturales; y tenía en la cabeza una pedrada que le dieron en cierta guerra. Estaba cano y no le faltaba cabello como si muriera aquel mismo día haciendo más de 60 u 80 años que había muerto” son producto de la mezcla de las tradiciones andinas relacionadas a los antepasados o Mallquis y el obligatorio culto cristiano impuesto por los colonizadores españoles. Antes de su viaje a España el Inca Garcilaso de la Vega (nieto de Pachacútec) logró tener acceso a las momias de sus ancestros, los reyes Incas. Esto gracias a que se lo permitió le mismo Lic. Polo de Ondegardo como un favor personal. Años después desde Europa el Inca Garcilaso escribiría las siguientes líneas sobre dicha experiencia: “Los cuerpos momificados estaban tan intactos que no les faltaba ni el pelo, párpados ni cejas. Llevaban las mismas vestimentas que llevaron en vida con llautus (apero deformador del cráneo) sobre sus cabezas. Permanecían sentados en la típica postura india”. Dice que “recuerdo que toqué el dedo de Huayna Capac. Estaba duro, rígido como el de una estatua de madera. Los cuerpos pesaban tan poco que cualquier indio podría llevarlos en sus brazos de casa encasa o sobre sus espaldas. Los llevaban así vestidos por calles y plazas sobre unas andas y a su paso, los indios se arrodillaban y hacían reverencias con gritos y lágrimas, e incluso muchos españoles se quitaban el sombrero a su paso” Todo parece indicar que los mallquis, es decir, las momias de los soberanos Incas: Huayna Capac, Viracocha y Pachacútec confiscados por Polo de Ondegardo en el Cuzco fueron pronto remitidos a Lima, para ser exhibidos en el Hospital Real de San Andrés, al que solo tenía acceso la población blanca. Así parece confirmarlo el documento de alrededor de 1638 donde Antonio de la Calancha Antonio de la Calancha (Chuquisaca, 1548; Lima, 1654) eclesiástico y cronista del Alto Perú, escribe lo siguiente: “Estos son los cuerpos que envió el Licenciado Polo a Lima, en tiempo del primer Marqués de Cañete, y están en un corral del Hospital de San Andrés”. Después de Calancha, los datos históricos permanecen en un largo silencio, pero a ciencia cierta se desconoce el lugar exacto, donde fueron enterradas las momias, asimismo tampoco hay ningún testimonio ocular de las mismas y se cree que fueron enterradas en algún lugar dentro del hospital. De fuentes editas del siglo XVIII no se conoce ningún dato en el que se haga mención a las momias de San Andrés, consideramos que una de las razones del porque se mantuvo silencio, fue tal vez debido al movimiento liderado por Túpac Amaru, el cual luego de su derrota y ejecución, trajo como consecuencia la prohibición por parte de la Corona Española, entre otras cosas de la lectura de los Comentarios Reales, la cual fue considerada como una literatura subversiva ;asimismo se prohibió cualquier remembranza de culto, adoración, vestimenta del pasado Inca. Mas recientemente el Historiador Teodoro Hampe y el arqueólogo han estado luchando contra el desinformación general y en algunos casos la negligencia con el fin de rescatar del olvido las momias de los soberanos Incas. Entre los años 2001 y 2005 llevó a cabo excavaciones y estudios en el abandonado primer hospital español de América con el apoyo de la Universidad de Chicago. En ellas lograron descubrirse, con ayuda del Radar Penetrante de Suelo cinco lugares subterráneos con aparentes evidencias de entierros. Actualmente los estudios han quedado inconclusos por falta de financiamiento y a la espera de renovado apoyo para continuar. Quizá en un futuro no muy lejano aparezcan finalmente las momias de los Emperadores Incas, revolucionando para siempre nuestra comprensión del Tahuantinsuyo y la conciencia misma de la nación. De ser asó estos mallquis sagrados volverán a la luz tras quinientos años de soledad. Ojalá podamos ver ese día. Hoy lo que fue el hospital real de San Andrés se encuentra en el abandono. Ha sido increíblemente arrendado por la Beneficencia de Lima Metropolitana a una persona que al parecer busca montar una galería comercial informal en el.


Escrito por

Renzo Polo

Escritor y periodista de corazón andino y tendencia ideológica cartonera.


Publicado en

HistoriActual

Amantes del mundo andino. Aprendices de la sabiduría de las culturas originarias con el objetivo de compartir y colaborar, para vivir mejor.